La superficie construida es un término fundamental en el ámbito de la arquitectura y la construcción. Se refiere al área total que ocupa una edificación, incluyendo todos los espacios que forman parte de la misma. Este concepto es esencial tanto para arquitectos como para propietarios, ya que influye en la planificación, diseño y valoración de propiedades. Desde The Concrete Home exploraremos en profundidad qué es la superficie construida, cómo se mide y cuál es su diferencia con la superficie útil.
Definición de superficie construida en arquitectura
La superficie construida se define como la suma de todas las áreas que componen un edificio, considerando tanto los espacios interiores como los exteriores que están bajo techo.
Es importante destacar que la superficie construida se mide en metros cuadrados y es un indicador clave para determinar la capacidad y funcionalidad de un inmueble.
Este concepto es especialmente relevante en el contexto de la compra y venta de propiedades, ya que los compradores suelen evaluar la superficie construida para entender el valor real de un inmueble.
Además, la superficie construida es un factor determinante en la planificación urbanística y en la obtención de licencias de construcción, ya que las normativas locales suelen establecer límites sobre la cantidad de superficie que se puede construir en un terreno determinado.
Elementos que se consideran en la superficie construida
Para calcular la superficie construida, se deben considerar diversos elementos que forman parte de la edificación. Entre ellos se encuentran:
- Muros y paredes: Todas las paredes que delimitan los espacios interiores y exteriores de la construcción se incluyen en la medición de la superficie construida.
- Pasillos y escaleras: Estos elementos son esenciales para la circulación dentro del casa y, por lo tanto, también se contabilizan.
- Terrazas y balcones: Aunque son espacios exteriores, si están techados, se consideran parte de la superficie construida.
- Áreas comunes: En edificios de apartamentos, las áreas comunes como vestíbulos, salas de reuniones y otros espacios compartidos también se incluyen en el cálculo.
Es crucial tener en cuenta que no todos los elementos que componen un edificio se consideran en la superficie construida. Por ejemplo, los espacios no techados como jardines o patios al aire libre no se contabilizan. Esta distinción es importante para entender la verdadera magnitud de la superficie construida de un inmueble.
Cómo se mide la superficie construida de una vivienda
La medición de la superficie construida de una vivienda se realiza siguiendo ciertos procedimientos estandarizados.
Generalmente, se utilizan herramientas de medición como cintas métricas o láseres de medición. El proceso implica medir cada uno de los espacios dentro de la edificación y sumar todas las áreas correspondientes.
Un aspecto clave en esta medición es la consideración de los muros. La superficie de los muros se incluye en el cálculo, lo que puede llevar a confusiones si no se tiene en cuenta.
Por ello, es recomendable contar con la ayuda de un profesional, como un arquitecto o un tasador, que pueda realizar una medición precisa y acorde a las normativas vigentes.
Superficie construida vs superficie útil: claves para entender la diferencia
Una de las confusiones más comunes en el ámbito inmobiliario es la diferencia entre superficie construida y superficie útil.
Mientras que la superficie construida incluye todos los espacios mencionados anteriormente, la superficie útil se refiere únicamente a las áreas que son efectivamente utilizables por los habitantes de la casa prefabricada. Esto significa que la superficie útil excluye muros, pasillos y otros espacios no habitables.
Para ilustrar esta diferencia, imagina un apartamento de 100 metros cuadrados de superficie construida. De esos 100 metros, tal vez solo 80 metros sean realmente útiles para el día a día, ya que los 20 metros restantes corresponden a muros y pasillos.
Esta distinción es crucial para los compradores, ya que les permite entender mejor el espacio que realmente tendrán a su disposición.
Además, la diferencia entre ambas superficies puede influir en el precio de venta o alquiler de una propiedad. Muchas veces, los anuncios inmobiliarios destacan la superficie construida, pero es recomendable que los interesados también pregunten por la superficie útil para tener una visión más clara del espacio disponible.
La superficie construida es un concepto esencial en el mundo de la arquitectura y el inmobiliario. Comprender su definición, los elementos que la componen, cómo se mide y su diferencia con la superficie útil puede ayudar tanto a compradores como a propietarios a tomar decisiones más informadas.
En un mercado inmobiliario cada vez más competitivo, tener claridad sobre estos términos puede marcar la diferencia en la valoración de una propiedad.