25.08.2025 | Diccionario

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¿Qué es un muro de hormigón visto?

Un muro de hormigón visto es una estructura de concreto que, una vez fraguada y desencofrada, se deja expuesta como acabado final sin recubrimientos adicionales.

En lugar de ocultar el material bajo enlucidos o pinturas, el proyecto celebra su presencia mostrando la textura, el color y las pequeñas huellas del encofrado.

Características del hormigón visto en construcción y arquitectura

El hormigón visto destaca por su resistencia mecánica y su durabilidad, cualidades heredadas del ya de por sí robusto hormigón estructural. Sin embargo, exige un control de calidad más estricto en la dosificación, colocación y vibrado, pues cualquier imperfección quedará expuesta.

Por ello, se utilizan mezclas de áridos calibrados y aditivos plastificantes que facilitan la compactación y reducen la porosidad.

Según datos de la Asociación Europea del Hormigón, los proyectos que especifican acabado visto invierten en promedio un 15 % más en la fase de encofrado para garantizar superficie uniforme y libre de cangrejeras.

Desde el punto de vista arquitectónico, el material ofrece una paleta cromática que va del gris claro natural a tonos cálidos obtenidos con pigmentos minerales.

La modulación de las juntas del encofrado se convierte en parte del diseño, generando ritmos visuales y texturas que interactúan con la luz.

Además, su masa térmica mejora el confort interior al amortiguar oscilaciones de temperatura, un atributo cada vez más valorado en zonas climáticas extremas y en edificios de consumo casi nulo.

Ventajas de los muros de hormigón visto en viviendas prefabricadas

En el sector de las casas prefabricada de hormigón, el hormigón visto aporta rapidez de montaje y control de calidad en fábrica.

Los paneles se producen en entornos industriales donde la humedad, la temperatura y la compactación se monitorizan de forma constante, lo que reduce la probabilidad de fisuras y retracciones.

Una vez en obra, la instalación se limita a izar las piezas y sellar juntas, acortando plazos de entrega hasta en un 40 % frente a sistemas tradicionales de albañilería, según informes del Instituto de la Construcción Industrializada.

Sumado a la velocidad, las soluciones prefabricadas de hormigón visto reducen costes de mantenimiento a largo plazo.

El acabado robusto resiste impactos, humedad y rayos UV, por lo que conserva su apariencia con mínima intervención.

A nivel energético, el alto coeficiente de inercia térmica de los muros macizos ayuda a estabilizar el clima interior, disminuyendo la demanda de calefacción y climatización.

Estas ventajas se traducen en facturas energéticas más bajas y en una menor huella de carbono durante la vida útil de la vivienda.

Tipos de acabados para muros de hormigón visto

La apariencia final de un muro de hormigón visto depende, en gran medida, del tipo de encofrado y de los tratamientos superficiales aplicados.

El acabado liso se obtiene con paneles metálicos o fenólicos, ideales para interiores minimalistas y fachadas contemporáneas.

Existen también paneles con relieves grabados —mediante matriz— capaces de generar patrones geométricos o motivos orgánicos, enriqueciendo la percepción táctil y visual.

Usos más comunes del hormigón visto en interiores y exteriores

En espacios exteriores, los muros de hormigón visto se emplean para crear fachadas monolíticas, muros de contención y elementos paisajísticos como bancos o jardineras integradas.

Su resistencia a la intemperie y a la abrasión lo convierte en una opción idónea para edificaciones costeras y zonas de gran exposición solar.

En el ámbito urbano, es habitual verlo en estaciones de transporte, museos y centros deportivos, donde el flujo continuo de usuarios exige materiales capaces de mantenerse inalterables durante décadas.

Dentro de la vivienda, el hormigón visto redefine la estética de salones, cocinas y dormitorios al combinarse con madera, acero o textiles naturales. Los diseñadores lo utilizan como un lienzo neutro que realza el mobiliario y los objetos decorativos.

Además, su comportamiento acústico lo hace atractivo en estudios de grabación y auditorios. Siguiendo la tendencia del open plan, se integran muros estructurales de hormigón visto con instalaciones aparentes de iluminación y climatización, generando espacios loft de marcado carácter industrial.

Cuidados y mantenimiento de los muros de hormigón visto

Aunque el material es notablemente resistente, mantener su aspecto original exige algunas precauciones. Durante la fase de obra, un curado correcto evita fisuras y aureolas blanquecinas conocidas como eflorescencias.

Una vez en servicio, la limpieza periódica con agua y jabón neutro resulta suficiente para eliminar polvo y ligeras manchas.

En zonas expuestas a grafitis o polución intensa, se recomienda la aplicación de selladores antigrafiti de base siloxánica, los cuales facilitan la retirada de pinturas sin deteriorar la superficie.

Con el paso de los años, la radiación ultravioleta y la carbonatación pueden alterar ligeramente el tono del hormigón.

Para minimizar estos efectos, los fabricantes aconsejan renovar cada cinco o siete años la capa de hidrofugante transparente. En caso de microfisuras, un sellado con resinas epoxi de baja viscosidad detiene la penetración de humedad y previene la corrosión de las armaduras.

Estas intervenciones son sencillas y, en la mayoría de los casos, no requieren desalojar la vivienda ni utilizar maquinaria pesada, lo que preserva la economía y la comodidad de los usuarios.

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