En la búsqueda de soluciones eficientes para climatizar hogares y edificios, la aerotermia y las bombas de calor se han posicionado como tecnologías clave. Ambas ofrecen alternativas sostenibles y económicas frente a los sistemas tradicionales de calefacción y refrigeración.
Sin embargo, aunque a menudo se utilizan de manera intercambiable, presentan diferencias importantes que pueden determinar cuál es la opción más adecuada según las necesidades específicas de cada usuario.
¿Qué es la aerotermia y cómo funciona?
La aerotermia es una tecnología que aprovecha la energía contenida en el aire ambiente para generar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria.
Se basa en un sistema que extrae calor del aire exterior, incluso cuando las temperaturas son bajas, y lo transfiere al interior de un edificio mediante un circuito cerrado con un fluido refrigerante.

Este proceso se realiza a través de una bomba de calor aire-agua que, mediante un ciclo termodinámico, capta energía térmica del aire y la eleva a una temperatura útil para calefaccionar o enfriar espacios.
La aerotermia es considerada una fuente de energía renovable porque utiliza el aire, un recurso inagotable y gratuito, lo que reduce significativamente el consumo de combustibles fósiles.
Además, la aerotermia es capaz de proporcionar agua caliente sanitaria con un alto rendimiento, lo que la convierte en una solución integral para el confort doméstico.
Su instalación suele requerir una unidad exterior que capta el aire y una unidad interior que distribuye el calor o frío.
¿Qué es una bomba de calor y para qué se utiliza?
Una bomba de calor es un dispositivo que transfiere calor de un lugar frío a otro caliente utilizando energía eléctrica.
Su función principal es climatizar espacios, proporcionando calefacción y refrigeración. Existen varios tipos de bombas de calor, entre las que destacan las aire-aire, aire-agua, geotérmicas y agua-agua.
La bomba de calor aire-aire, por ejemplo, extrae calor del aire exterior y lo introduce en el interior mediante un sistema de ventilación.
En cambio, las bombas de calor geotérmicas utilizan la temperatura constante del subsuelo para realizar esta transferencia de energía, siendo más estables pero también más caras en su instalación.
Este sistema es ampliamente utilizado tanto en viviendas como en edificios comerciales e industriales, debido a su eficiencia energética y versatilidad.
Además, las bombas de calor pueden integrarse con sistemas de energía renovable para maximizar el ahorro y minimizar el impacto ambiental.
Diferencias clave entre aerotermia y bomba de calor
Si bien la aerotermia utiliza una bomba de calor aire-agua como componente principal, existen diferencias importantes entre ambos conceptos que conviene aclarar.
La aerotermia se refiere a un sistema completo que cubre calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, mientras que la bomba de calor es el dispositivo de transferencia térmica.

En términos prácticos, la aerotermia siempre implica una bomba de calor aire-agua, pero no todas las bombas de calor forman parte de un sistema de aerotermia.
Por ejemplo, una bomba de calor aire-aire solo climatiza el aire interior y no genera agua caliente sanitaria, por lo que no se considera un sistema de aerotermia.
Otra diferencia radica en la aplicación y el rendimiento. La aerotermia está diseñada para ofrecer un sistema integral y eficiente para todo el hogar, mientras que las bombas de calor pueden tener usos más específicos o limitados según su tipo.
Además, la aerotermia suele requerir una instalación más compleja y una inversión inicial mayor, pero con un retorno de inversión a largo plazo más atractivo.
Ventajas y desventajas de cada tecnología

Aerotermia:
Entre las principales ventajas de la aerotermia destaca su alta eficiencia energética, que puede alcanzar coeficientes de rendimiento (COP) superiores a 4, lo que significa que por cada kWh eléctrico consumido, genera más de 4 kWh térmicos.
Esto se traduce en un ahorro considerable en la factura energética y una reducción significativa de las emisiones de CO2.
Además, la aerotermia es un sistema versátil que cubre calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, lo que simplifica la gestión y el mantenimiento.
También es compatible con sistemas de suelo radiante, radiadores de baja temperatura y fan coils.
En cuanto a desventajas, la aerotermia requiere una inversión inicial elevada y espacio para la instalación de la unidad exterior y los elementos interiores.
Su rendimiento puede verse afectado en climas extremadamente fríos, aunque los avances tecnológicos han mejorado su capacidad en estas condiciones.
Bomba de calor:
Las bombas de calor, dependiendo del tipo, ofrecen una solución eficiente y flexible para climatizar espacios. Son más económicas en su instalación que la aerotermia integral y pueden adaptarse a diferentes necesidades, desde calefacción puntual hasta sistemas completos.
Su principal ventaja es la reducción del consumo energético frente a sistemas convencionales, con un impacto ambiental menor. Además, las bombas de calor aire-aire son fáciles de instalar y mantener.
Sin embargo, algunas bombas de calor, como las aire-aire, no generan agua caliente sanitaria y pueden ser menos eficientes en condiciones climáticas extremas. Las bombas geotérmicas, aunque muy eficientes, tienen un precio inicial alto y requieren obras para la instalación de sondas en el terreno.
¿Qué opción conviene más, aerotermia o bomba de calor?
La elección entre aerotermia y bomba de calor depende de varios factores, incluyendo el tipo de vivienda, las necesidades de climatización, el presupuesto disponible y las condiciones climáticas de la zona.
Para hogares que buscan una solución integral que cubra calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria con un alto nivel de eficiencia y sostenibilidad, la aerotermia es una opción muy recomendable.
Su capacidad para reducir precios a largo plazo y su menor impacto ambiental la convierten en una inversión inteligente, especialmente en climas templados.
Por otro lado, si el objetivo principal es climatizar espacios específicos o el presupuesto es limitado, una bomba de calor adecuada al uso requerido puede ser suficiente.
Por ejemplo, una bomba de calor aire-aire puede ser ideal para viviendas pequeñas o segundas residencias, mientras que las bombas geotérmicas son recomendables para proyectos con mayor inversión y máxima eficiencia.
En definitiva, es importante realizar un análisis personalizado con profesionales del sector para evaluar las características del inmueble, las necesidades energéticas y las condiciones locales. Así se puede seleccionar la tecnología que mejor se adapte a cada caso, optimizando el confort y el ahorro energético.






